miércoles, 19 de diciembre de 2012

LEY Y LEGISLADORES

Ayer leí que las comunidades autónomas tienen una media de retraso en pago a autónomos de 163 días. La cosa no es que me sorprenda, es que es ilegal.

Hace meses el gobierno aprobó una ley (ley de morosidad si no me equivoco) según la cual las administraciones públicas no podían diferir los pagos de facturas por encima de los 45 días y para el 2013, osea dentro de 12 días, la nueva directiva europea dice que 30 días como máximo.

Cuando lees estas cosas te pasan por la cabeza recuerdos de un cierto presidente autonómico que dijo que no cumpliría una sentencia del supremo o de un presidente del gobierno que dijo que ya encontrarían la manera de saltársela (como ejemplo rápido, que hay más).

Total que llegados a este punto ¿que coño hago yo intentando cumplir las leyes de este país? Si los legisladores y los ejecutores se la pasan por el mismísimo forro, debe ser que no sirven para nada y si no sirven para nada y además no pasa nada, pues si, eso mismo, hago el estúpido, voy a tener que empezar a no obedecer.

Recuerdo con cariño y agradecimiento lo que un buen día me comento un erudito del derecho. Una cosa son las leyes fundamentales y los fundamentos del derecho y otra muy distinta las legislaciones cambiantes de los gobiernos. Las primeras no solo son leyes, sino que tratan de ser justas y en general lo consiguen, las segundas solo son herramientas al servicio del legislador de turno, que las utiliza como arma arrojadiza a favor de sus intereses y en contra de todos los que los obstaculicen.

Pues a ver si tenemos que ponernos todos a distinguir unas de otras y empezar a saltarnos las que no tienen más fundamento que el politicastro de turno, porque encima estaríamos justificados, sobre todo teniendo en cuenta que de los tres últimos gobiernos de esta nación (no me retrotraigo más que da vértigo) la cantidad de promesas no solo incumplidas sino traicionadas y tergiversadas, supera a las cumplidas, por tanto, no son válidos ninguno de sus actos, ya que en democracia, las promesas electorales y los programas son la garantía de los candidatos.

Claro ellos alegarán que a los cuatro años, etc. Pero no: si a usted se le contrata por cuatro años para un trabajo con un compromiso de objetivos y lo incumple, se le echa, pero no dentro de cuatro años, ipso facto.

Me estoy metiendo en camisas de once varas, porque por este camino hay que cambiar el sistema entero y quizás lo que sucede es que en el fondo, este país lo que necesita es una revolución y no digo (y espero que no sea así) que tenga que ser violenta, pero si democracia es que el poder reside en el pueblo, es el pueblo en conjunto el que debe levantarse y decir ¡basta! ¡hasta aquí llegamos!, ya estamos suficientemente calvos para que nos tomen más el pelo, esto tiene que cambiar.

En un estado de derecho los poderes legislativo, ejecutivo y judicial son independientes, cosa que aquí no ocurre y por tanto el sistema está podrido y es lógico, puesto que nadie vigila al vigilante y eso es un error de primero de parvulitos, porque si nadie vigila al vigilante, tarde o temprano (aquí, temprano, directamente), el vigilante será el que se lleve el cajón de los dineros y encima nos contará que ha sido manolito y como a el nadie le vigila, nos quedan dos opciones, a saber:

1.-Creer al vigilante: que es lo que estamos haciendo y la cosa va de culo y sin frenos por un precipicio.

2.- Cambiar el procedimiento y que alguien vigile al vigilante, con la particularidad de que también sea vigilado, no sea que nos salga otro chorizo.


En resumen: Más vale que la sociedad española se despierte y lo haga temprano, porque nos llevan al abismo de cabeza y esta visto que ellos solitos no pararan (ni rojos ni azules, los mismos perros con distintos collares) ¡Ah! Y no me cuenten que todo el mundo está igual, cojan estadísticas y comparen, a ver que país ¿desarrollado? Tiene los niveles de paro que tenemos aquí “y creciendo”

Claro que si les parece un dato poco significativo, díganme otro que ejemplifique mejor el drama social actual. Se admiten apuestas.

5 comentarios:

  1. muy buenas reflexiones, sigue así por si algún político lee esto y ve la luz.

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  2. El peak de la estupidez nos llega con el pico de la manipulación informativa. Vamos de camino (¿o estamos ya?) del apagón informativo que nos impide ir mas allá de la primera pregunta o la primera acusación. Puede que sea el sistema entero el que esté haciendo aguas y nosotros estemos demonizando a los fontaneros.

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  3. Carlos, que se te pasa el arroz, a ver cuándo pones algo nuevo. Dame argo...

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  5. Hace mucho que la proliferación de normas que sufrimos no responden a las necesidades de los individuos, ni a intereses generales con cierta racionalidad. De eso saben mucho los pequeños campesinos, a los que se les ha ido impidiendo hacer las cosas que siempre han estado haciendo para vivir, tener una vaca, hacer queso, hacer orujo, vender sus escedentes en la plaza del pueblo...

    Yo tengo pocas dudas de que, por el camino que vamos en el mundo, la desobediencia va a convertirse en una herramienta de supervivencia, más que en una obligación moral, como podría ser al caso actual.

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